Toda una semana de lluvias interminables y fríos de re-cagarse en las patas amenazando con "aguar" la fiesta terminó con un caluroso sábado como por arte divino. La publicidad se hizo igual, se pegaron carteles gigantes en el Tincho, C.U.C., Magisterio y Liceo Agrícola. Las anticipoadas eran invendibles (al Federico Roitman se le "perdieron" 10 ¡¡CARADURA!!).
 
Después de una sacudida con la mejor música en la playa del shopping de Los Auténticos Decadentes, el Tincho esperaba ya preparado y equipado con sonido y luces como pocas veces en la historia. Esta fiesta era la primera en su especie, ya que nunca se había hecho una fiesta de todos los colegios que no fuera la de primavera. Al Willy y el Cocho les salieron una ernia de bajar todas las tarimas, pero en poco tiempo, la pista de baile y el escenario estaban a punto. Café, panchos, chupi, bandas de rock, chanchas gigantes, espuma, papel picado y una montaña gigante de bancos... podía decirse que todo estaba listo para un gran golpe.
 
Los canas y los patovicas empezaron a hacer facha en la puerta mientras entraron los primeros guachitos (eran los de octavo que se tenían que volver temprano) y cada uno de los inmigrantes "legales" era marcado para siempre con un sello mágico. Esta tecnología de última generación (bué... no se si tanto) tampoco se vió nunca en una fiesta del Tincho.
 
Las bandas que tocaron fueron: Caperuza, Jardín Eléctrico, La Posy y Peperina. Tocaron como 20 minutos cada una... Mientras tanto, se iba juntando gente y todo se preparaba muy a las apuradas en el aula 6 (panchería). El "Dire" divagaba por los distintos sectores controlando que todo fuera perfectamente ordenado y que no hubiera consumo de heroína en los baños. Los milicos y patovicas estaban muriéndose de ganas de partirle el cráneo al que causara problemas, ansiaban que fuera necesario un "baño de sangre".
Las cumbias y ritmos populares hicieron mover el esqueleto a casi todos. Los guachos estaban tan enfiestados que eran capaces de olvidar todas sus penas educacionales (como tener que ir a clases los sabados). Más a la nochesita se armó el descajete total cuando repartieron los tarritos de espuma. Las minas parecían muñecos de nieve, pero no todas eran tan mansitas... en algunos casos la venganza era durísima.
 
Algunos pibes "faltos de luces" no sabían bien la diferencia entre joda y ser un imbécil y empezaron a tirarse con las latitas. El saldo fue una chica con un golpe bastante delicado en el ojo izquierdo. Se ofreció un vasito (muy pobre) de gaseosa a cambio de cada latita de espuma, peroesto evitó mas incidentes.
 
A eso de las 2:30 a pedido de mucha gente que vino exclusivamente a ver a Golpe Bajo, La banda Hip-Hopera intentó hacer un par de temas. Pero ante la negativa de mucha gente del público y los matracazos, tuvieron que bajarse del escenario. Pedimos disculpas a esta banda ya que en realidad estaba programada para tocar en segundo lugar y por problemas de organización no pudieron hacerlo.
 
Tipo 4 y media se empezó a vaciar el colegio. Algunos volvían a sus casas, otros se quedaban rompiendo las bolas por ahí. Todos coincidieron en algo: sin duda esa fue LA MEJOR FIESTA DEL ZAPATA EN AÑOS.